Bollos de avena con cramberries

He estado cambiando marcos a algunas viejas fotos y en una de mi madre, en el reverso, hay una dedicatoria preciosa: "A mi nieto Álvaro..." ¡Qué bonitas esas cosas que hacíamos antes!. Esto de regalar y dedicar fotos. Qué bonita tradición que hemos perdido y lo lamento, porque leer esas dedicatorias escondidas detrás de marcos o álbumes antiguos, es como escarbar en nuestro pasado en busca de fósiles que evidencien que nuestros seres más queridos, muchos de ellos ausentes desde hace tanto, nos tenían muy presentes y de algún modo, al leer esas dedicatorias en fotos y libros, nos devuelven a aquellos tiempos donde a veces los afectos se nos pasaban desapercibidos, sin ser demasiado conscientes de su existencia.
Pero cuando el tiempo pasa, y para mantener los cariños frescos, reconforta mucho encontrar estás evidencias a lo "compartí parte de mi vida contigo" y la mente y el corazón regresan al pasado, no como en las películas que todos los recuerdos están bien hilados y cargados de detalles. No, los recuerdos reales están llenos de lagunas que a veces rellenamos con algo de fantasía y otras, los dejamos tal cual, como con tiritas donde lo único preclaro está en un olor, en el roce de unas manos suaves y calentitas o en un abrazo cálido y protector. A veces los besos se pierden en el recuerdo pero no el chasquido que hacía la abuela cada vez que me besaba o las manos ásperas del abuelo que nos apretaban a veces en exceso al cruzar los semáforos. 

Los recuerdos a veces se esconcen en fotos y ahora somos tan tontos que caen en el olvido, en el disco duro de un ordenador o en un muro de Instagram. Pero qué tontos estamos.

Esta receta había caído en el olvido. La subí hace siglos a falta de una historia y me olvidé de ella. Imagino que un recuerdo llama a otro.  Te la dedico a ti, querido lector, por si algún día falto y tú vuelves a pasarte por aquí, que sepas que formas parte de este jaleo.


Ingredientes:
  • 200ml. de agua templada
  • 1 sobre de levadura panadera
  • 100gr. de azúcar moreno
  • 1 huevo L
  • 1/2 cdta. de sal 
  • una pizca de canela
  • 400gr. de harina de fuerza
  • 100gr. de copos de avena
  • un puñado de cramberries a tu gusto
  • Para pincelar: 2 cdas. de mantequilla derretida y 2 cdas. de miel

Preparación:
  1. En un bol, mezcla los ingredientes secos (menos los cranberries). En un vaso o jarrita, diluye la levadura en el agua templada. Añade el huevo, remueve y mézclalo con los ingredientes secos. Amasa con ayuda de unas varillas eléctricas. Deja que repose una hora.
  2. Extiende la masa en la encimera, añade los cranberries (o pasas si lo prefieres), amasa un poquito para ligar bien los cranberries y deja que repose otra hora.
  3. Calienta el horno a 190ºC (180º si es de aire).
  4. Forma 12 bolitas más o menos iguales y las colocas en una fuente o placa de horno engrasada con mantequilla. Pincela la superficie con la mantequilla derretida mezclada con la miel. Deja reposar unos 20 min. antes de hornear. Estarán listos cuando cojan un bonito colore dorado.

 

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2 comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo aún me aferro a mi viejo tlf de marcar, ese que tenía un circulo donde metías el dedo según que número quisieras... tengo una tartana de tlf, voy recogiendo tlf de amigos que los tienen tirados en algún cajón, tan solo lo quiero para llamar y que me llamen, no tengo internet en el. Y me encantan las fotos y ponerles nombres detrás. Me cabrea ver siempre a la gente grabando todo detrás de su tlf, yo pienso, disfrútalo ahora, grábalo en tu mente...en fin esta mañana volví a repetir tu receta de manzana en hojaldre. Me encanta lo simple que es y lo resultan que queda. Gracias por la receta.

    Marivi.

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