Brownie con calabacín
Una pequeña de siete años, recién llegada de África, es vendida en el puerto de Boston en 1761. La han llamado Phillis, el mismo nombre que acuña la goleta de esclavos que la ha trasportado a Estados Unidos. La familia Wheatley la acaba de comprar y ha sido instalada en su casa como criada pero el talante progresista de esta familia les lleva a educar y cristianizar a la niña. Pronto John y Susanna Wheatley se dan cuenta que Phillis es extremadamente lista así que tras ser liberada de sus tareas domésticas, se ha decidido que recibiría la misma educación que Mary y Nathaniel, los hijos de los Wheatley. Aprende rápido y ya se maneja con soltura en materias como lenguas clásicas, religión, literatura o astrología.
La joven Phillis se convierte en la sensación de Boston. Unos cierran filas y afirman que una salvaje africana no está dotada por dios para igualar el intelecto de un blanco. Y menos aún superarlo. Otros estiman que ella es la prueba que confirma que, si un esclavo es educado igual que un blanco, tendrá sus mismas capacidades e ingenio.
Con 13 años, Phillis ha conseguido publicar su primer poema en el periódico de Rhode Island gracias a la tenacidad e influencia de Susanna quien logra que poco a poco sus poemas se publiquen en Boston e incluso en Londres, donde la popularidad de la esclava poeta gana simpatizantes. Susanna quiere reunir sus poemas y publicarlos pero en Boston se niegan. Se llega a decir que son plagios. Insisten que una esclava negra no tiene ni inteligencia ni talento suficiente para escribir esos poemas.
En 1772 el matrimonio Wheatley consigue que se forme un tribunal que verifique las capacidades de Phillis y así mismo certifique que sus poemas son genuinos. Lo consigue a pesar del duro examen al que estuvo expuesta. Aún así, ninguna editorial accede a publicarlo.
En 1772 el matrimonio Wheatley consigue que se forme un tribunal que verifique las capacidades de Phillis y así mismo certifique que sus poemas son genuinos. Lo consigue a pesar del duro examen al que estuvo expuesta. Aún así, ninguna editorial accede a publicarlo.
Susanna tira de toda su influencia en Londres -son de las pocas familias bostonianas leales a la corona- y un año después, tras un viaje de Phillis y Nathaniel a la capital londinense, el 1 de septiembre de 1773 para ser exactos, se publica su libro de poemas convirtiéndose en la primera persona de color en publicar un libro. Dos meses después, es emancipada por los Wheatley consiguiendo su libertad. Phillis Wheatley tiene 20 años y es la africana más famosa de la faz del mundo.
Un año más tarde, Susanna fallece. La guerra por la independencia se está fraguando y Phillis se adhiere a la causa rebelde alejándose de los Wheatley leales a los británicos. Esta situación hace que pierda sus contactos en Londres y descubre que nadie en Nueva Inglaterra está dispuesto a publicar nada suyo. La guerra no ayuda y su fama se diluye casi por completo.
Se casa con John Peters, un negro emancipado y verdulero de profesión, con el que vive en muy malas condiciones. A medida que da a luz a sus hijos, los va perdiendo uno a uno. La pobreza y las deudas la devoran. Su marido es encarcelado por culpa de las deudas y ella, embarazada de nuevo, se ve obligada a trabajar en la cocina de una fonda para poder comer. Murió de sobreparto. Su bebé la sobrevivió solo unos días. Su obra, salvo los poemas publicados en Inglaterra, se han perdido. Tenía 31 años.
Nota: la ilustración de Phillis W. pertenece a la edición original de su libro y se le atribuye a Scipio Moorhead.“Fue llamada Phillips, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró. Había nacido en Senegal. En Boston, los negreros la pusieron en venta:– ¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!Fue palpada, desnuda, por muchas manos. A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca. Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados.Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta”.Eduardo Galeano , “El cazador de historias”
Ingredientes:
Para el ganaché:
- 3 huevos
- 150gr. de azúcar
- 80ml. de aceite suave (no oliva)
- vainilla
- 40gr. de cacao
- 300gr. de harina
- polvos de hornear
- 150gr. de trocitos de chocolate
- un puñado de nueces
- 1 calabacín no muy grande (rallado y sin pelar)
Para el ganaché:
- 100gr. de chocolate de cobertura
- 2 cdas. de leche
- 2 cdas. de queso de untar tipo philadelphia
Preparación:
- Precalienta el horno a 180ºC (170ºC si es de aire)
- Ralla el calabacín y lo pones en un bol junto con los huevos, el harina, el azúcar, los polvos de hornear, la vainilla, el aceite y el cacao. Lo trituras todo junto con ayuda de unas varillas eléctricas o con la batidora (la minipimer). Una vez todo bien ligado, añades el chocolate y las nueces en trocitos.
- Engrasa con mantequilla una fuente o molde para brownies (más o menos 28 x 22) y hornea. Cada horno necesita un tiempo distinto. Cuida que el centro se note cuajado pero aún blandito.
- Mientras haces el ganaché: derrite el chocolate, lo mezclas con la leche y el queso crema. Cubres el brownie y listo. Lo puedes consumir aún caliente (más cremoso) o frío (más cuajado)
La historia es de lo más triste, cuando piensas la de personas que han perdido su existencia por nacer en el lugar o la piel equivocados al momento en que viven, algo se desgarra por dentro. Aún pasa, así que concienciémonos de que para algunas cosas el siglo XVIII está más cerca de lo que parece.
ResponderEliminarLo que sí me gusta es ese brownie que con calabacín estará más rico aún, mi bizcocho de calabacín está de escándalo, por lo que me puedo imaginar que a todo le ha de ir igual de bien.
Bss
Hola Lola, así es. Cuánta pena por el pasado y cuánta por el presente. Mandamos robots a Marte pero no hemos sabido hacer crecer y madurar nuestra moralidad i humanidad. Un besazo
EliminarPD: sí, muy parecido de sabor pero más cremoso y chocolateado
:-)