Sándwiches de huevo y pepinillos

Gente que por costumbre siempre acude tardíamente a un cita, que llega tarde porque sale tarde y así las cuentas nunca salen; gente que se disculpa con cualquier chorrada y no supura ni una mijita de apuro; gente por cierto, que si tú, en ese estado de "me tienes hasta el papo" demuestras el más mínimo síntoma de calentura, mohín o berrinche te la lía parda porque eres "insufrible".

Ingredientes:
!Ahí va! Gente tardona, demorosa, retrasona crónica que te dice "ya estoy llegando" cuando aún no ha salido, que te toma por el pito del sereno, se come tu tiempo como si ellos fueran los amos de tu vida; gente que se posterga aún sabiendo que ahí vas a estar tú como un reloj, comiéndote las muelas mientras ves pasar los minutos... decía, gente de mal quedar: vosotros sí que sois insufribles.
Siempre he querido saber que clase de cable tiene esta parte de la humanidad desenchufado. Porque son corrientes, con sus más y sus menos como cualquier parroquiano pero que llegados al punto de citar, quedar o formalizar un acto en común que requiere de sincronizarnos en el tiempo, ¡zas! te marcan con moratorias que te zampas sin patatas fritas.
Siempre he querido saber que clase de cable tiene esta parte de la humanidad desenchufado. Porque son corrientes, con sus más y sus menos como cualquier parroquiano pero que llegados al punto de citar, quedar o formalizar un acto en común que requiere de sincronizarnos en el tiempo, ¡zas! te marcan con moratorias que te zampas sin patatas fritas.
Antiguamente, antes del mundo móvil, eran personas que por arte de magia siempre se les retrasaba el reloj. Como lo oyes: te querían convencer que se les paraba ante una quedada. O que eran aspiradoras de atascos. O imanes de metros con retraso... cualquier absurdo. Con la llegada del móvil, necesitaron cambiar sus argumentos y ante un "¿por dónde vas?" siempre contestan con ese "estoy llegando" eterno, donde al llegar, te contarán lo mal que está el tráfico, que se equivocaron de calle o que "no te vas a creer lo que me ha pasado". Efectivamente, no me lo creo.
Yo tenía una amiga que su táctica al llegar hora y media tarde, como era lo normal, me llamaba diciéndome "¿Dónde estás que no te veo?" y con eso intentaba montar cortinas de humo y jugar al despiste. De cada vez. Te juro que el instinto asesino me mortificaba. A lo bestia. A lo super bestia.
¿Qué ocurre? Por qué gente empática y generosa se vuelve asocial y egoísta, demostrando hacer gala de una falta de respeto a veces a niveles estratosféricos. Llegan tarde cuando los invitas a comer, a las reuniones, al trabajo y aunque son personas con principios sólidos e inteligentes en lo emocional, se autoconvencen de que tienen un mal hábito, una mala costumbre sin importancia, sin escarbar en su lado crítico y reconocer que pecan de falta de voluntad, capacidad organizativa y cierto autocontrol. O algo peor: es como decir que su tiempo es más importante que el tiempo del que espera. Y eso es inaceptable.
Si eres una persona impuntual crónica, tienes que hacer algo por ti y por los que te rodean. En serio, las buenas costumbre sí. Las malas, no. Nunca.
Y puntualmente aquí estamos, un nuevo domingo del reto Homenajeblog donde como siempre buscamos el encuentro y la amistad cocinando cosas ricas. Cada mes nos colamos en cocinas ajenas y homenajeamos al anfitrión cocinado alguna de sus recetas. El turno esta vez es de nuestra querida Marga de La cocina de las casinas. Me he decidido por estos sándwiches facilones y rápidos geniales para apañar una cena así de bien o para llevar encima cuando quedas con un impuntual. El hambre nos pone de mal humor y eso no ayuda.
¡Muchas gracias Marga por la receta!

- 4 huevos L duros
- pepinillos a tu gusto
- 6-8 rebanadas de pan de molde integral
- 1 cda. de queso crema
- Mostaza a tu gusto
- 1 cda. de yogur griego
- un poquito del agua de los pepinillos
- 1/2 cda. de sirope de agave
- sal de hierbas y pimienta
Preparación:
- Quita el borde a las rebanadas de pan de molde y reserva. Corta pepinillos y reserva.
- Una vez cocidos huevos (cuando rompan a hervir, los cueces entre 8-10 dependiendo del tamaño) los pelas y los machacas en fino. Salpimienta ligeramente si lo deseas. Reserva.
- En un pequeño bol, mezcla el queso crema, la mostaza, el yogur, el sipore y el agua de los pepinillos. Mezcla hasta que lo tengas bien liga. Prueba y salpimienta si hiciera falta.
- Unta cada rebana de pan con la salsa, pon los pepinillos a tu gusto, una capa de huevo y tapa el sándwich con otra rebanada untada en salsa.
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