Pasta cremosa con atún

"Habitaba en todas partes y en ninguna. No tenía patria, ni poseía derecho alguno. Sin patria y sin suerte; sin amor alguno y sin alegría tenía que vivir. No tenía interés por nadie, y tampoco nadie se interesaba por él ni por sus actos ni por su vida" . El Paseo, de Robert Walser.
Está mañana cuando me levanté, no sabía de Robert Walser. A veces Twitter nos deja joyas sin avisar. He conocido antes su muerte que su vida porque realmente solo entre vivos estamos obligados a conocernos cronológicamente. En cualquier caso,  su vida -en vida- pasó muy desapercibida. Murió como lo haremos todos pero de una forma muy singular. Caminador y caminante empedernido, un día de navidad dio su último paseo y dejó caer su cuerpo sobre la nieve mientras recibía un ataque al corazón que se lo llevó al otro barrio. Alguien le fotografió, cosa extraordinaria, porque en aquel tiempo nadie iba con una cámara a cuestas. Y aquí es donde su vida -su bio post mortem- cobra importancia. Ahora sí, ordeno los hechos:

Nació en suiza allá por 1878, en una familia numerosa de clase media venida a menos. Por eso no pudo estudiar. Intentó trabajar pero los oficios ordinarios no iban con él. Marchó a Berlín, donde uno de sus hermanos se había hecho un nombre como ilustrador y artista. Comenzó a escribir y a publicar como podía. No arrancaba del todo su éxito y eso le deprimía sobremanera. O no, puede que su melancolía crónica fuera herencia familiar: su madre sufría psicosis afectiva, uno de sus hermanos se suicidó, otro arrastró hasta su muerte enfermedades mentales agudas y él mismo soportó a lo largo de su vida un desorden emocional importante. Tras su fase Berlinesa, desanimado e incapaz de mantenerse a flote solo, regresa a Suiza, primero a su ciudad natal, donde vive con su hermana un tiempo, y luego a Berna. Acepta un empleo y continua con su escritura aunque cada vez más retraído y sumido en una ansiedad que le supera.  Termina ingresando en una institución mental. Sus escritos son cada vez más escasos hasta que es desviado al psiquiátrico de Herisau y allí, aparentemente, dejó de escribir.
Nada se volvió a publicar sobre él, salvo su amigo y tutor, el periodista Carl Seelig que escribió un libro sobre las caminatas que compartieron juntos, repletas de reflexiones personales y filosóficas sobre la existencia del ser humano. Pero tras su muerte y buscando entre sus cosas, encontraron una infinidad de escritos la mayoría a lápiz en un tipo de letra ya en desuso y requete minúscula. Los escribía en cualquier envoltorio o trozo de papel. Tardaron creo que 20 años en traducirlo todo. Este material, que es considerado como el testamento de Walser, es conocido como los microgramas y gracias a su publicación, sus obras anteriores -las que se han conservado- se reemprimieron con el éxito que no consiguieron en vida de su autor, un ser de luz fuera de contexto que no logró conectar del todo con su mundo pero sí con las generaciones futuras que a día de hoy, le consideran uno de los grandes de las letras en lengua germana. Y yo ahora, voy a descubrir sus letras, esas que le tuvieron tan enganchado la vida entera. Porque las letras son así; cuando te pican ya no te libras jamás.

Ingredientes:
  • 500gr. de pasta (la que prefieras)
  • 1 tarrina de queso de untar natural
  • 2 cdas. de queso parmesano
  • un poquito de leche (la que acepte la salsa)
  • 1 50gr. de atún natural en su jugo de lata
  • 1 diente de ajo
  • un poco de aceite de oliva
  • opcional: albahaca fresca
  • Sal y pimienta

Preparación:
  1. Pon a cocer la pasta en agua caliente el tiempo que te indique.
  2. Mientras, en una satén, saltea el ajo en el aceite. Lo retiras y añades el resto de ingredientes. Si lo quieres con más sabor, machaca el ajo y lo añades a la salsa. Salpimienta. Si ves que queda muy espesa, añade leche hasta que tenga consistencia cremosa.
  3. Mezcla con la pasta recién cocida y sirve.

Si te ha gustado, comparte o imprime:

2 comentarios

  1. Hola querida Maite, espero estés bien, yo llevo un verano "trabajoso" como decimos por aquí. Hacia tiempo que no entraba en tu blog y me encanta el nuevo Look que le has dado.
    Algo habrá que hacer con el mío, ya te diré mas adelante. Que rica y fácil esta pasta, me encanta y la veo requetebuena. Muchos besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Estela, nosotros todos genial. También con verano trabajoso pero contenta. Cuando quieras hablamos de lo tuyo ;-) un besote

      Eliminar

 
Copyright © Hierbas y especias. Diseñado con por Las Cosas de Maite