Tarta de queso y manzana baja en carbohidratos

Si todavía no has leído nada del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, pues mira, esa suerte que tienes porque este hombre fue un gran sabio -que yo no lo discuto- pero te aseguro que leer sus libros es realmente infumable. A ver, que solo lo intenté con uno y nunca más virgencita. Puede que eso no me capacite para hablar mal de su obra pero, en serio, que no es que lo diga yo, lo dice todo el mundo que sí sabe, o casi pero vaya, que famoso sí que es pero su pensamiento filosófico es para darle de comer aparte.
La fama le llegó tarde y no me extraña. Le costaba vender libros pero qué quieres, si es que el hombre decía cosas como que la felicidad lo que produce es aburrimiento y sufrimiento porque claro, desear cosas para sentirse uno feliz pues es cansino y frustrante ya que cuando por fin realizas un sueño, hala, a por el siguiente y eso agota. Y la vida -decía- no se basa en ser feliz, sino en preparase para despegarse de la vida... toma ya, y tan fresco. Así que su consejo para llevar una vida sabia es no perseguir la felicidad a lo tonto y, a cambio, hay que centrarse en no sufrir, en conseguir una existencia libre de dolor. Y tirando millas.
Como ves, el tipo era un poco derrotista. No del tipo de los agonías siempre con algún "ay" en la boca, al contrario, todo apunta que tenía un genio predominante al más puro estilo prusiano, pero pesimista y rígido hasta el aburrimiento. Decía que el intelecto es algo secundario, que no viene a aportarnos mucho en nuestra existencia, y lo que nos mueve en la vida son los impulsos -o voluntades- de tener, querer, rezar, huir... verbos más o menos mezquinos o no, pero en resumidas cuentas, este hombre nos tenía a los mortales en muy baja estima; y sobre las mujeres, ya ni hablamos. Misógino de manual, que nos desprecia y desea con el mismo ímpetu y rencor. Nos pinta como las eternas niñas, sin interés más allá del sexual y por supuesto, nuestro único aporte social es la de parir como conejas.
Antipático. Eso es lo que es. Y no te lo pierdas, el rey del pesimismo moderno, se tira el rollo predicando la compasión como la auténtica moralidad del ser humano -o del hombre que nosotras no valemos nada más que para parir- porque ya que vivimos en un mundo de mierda, la única forma de salir de las tinieblas es ayudándonos unos a otros a través de la compasión. Pero que voy a saber yo que después de todo no he sido capaz de terminar sus aforismos y me he conformado con leer el resumen de sus obras que hacen las editoriales.
Esta tarta es un dulce antídoto contra los pesimistas catastrofistas de poco o mucha monta, ya sean famosos y transcendentes para la humanidad o cuñaos del bar de la esquina. Esto vale para un roto y descosido siempre en aras de la ilusión, del aliento por vivir y la lucha indiscriminada por la felicidad, sea lo que sea eso porque no descarto que nos la hayan explicado mal pero aun así, yo siempre en el equipo de los luchadores pro esperanza y alegría de vivir aunque nos cueste la vida.
Y una temporada más que me apunto al reto de Elvira y Estela de Homenajeblog. Esto va de entrar en cocinas ajenas y versionar alguna receta del homenajeado del mes. Hoy publicamos todas las compis recetas de Inma. Yo me decidí por esta tarta de queso y manzana baja en carbohidratos que es la mejor manera de golosinear sin abusar de muchas calorías y con cierto aire saludable más allá de tener requete claro que no hay dulces sanos pero puestos a ello, que sea de la forma menos agresiva y nociva para nuestro cuerpo. Muchas gracias Inma por la receta, nos ha encantado y te aseguro que se queda en mi casa para siempre.
En fin, que hoy hace 164 años que estiró la pata y aquí estoy dándole bombo y platillo a un tipo que, a mi modo de entender las cosas, no se lo merece. Pero mira, el hombre se convirtió en uno de los filósofos de mayor influencia en Europa y aún así las mujeres salimos del yugo de los machistas y logramos primero el voto, luego tener voz, derecho a una educación digna, a independencia económica y por fin, a poder mandar a hacer puñetas a todos los abanderados "de la mujer y la sartén en la cocina está bien". Porque si estamos en la cocina es porque nos sale del higo y punto, que desde luego algunos solo os merecéis alimentaros de multiprocesados, coila.
Y una temporada más que me apunto al reto de Elvira y Estela de Homenajeblog. Esto va de entrar en cocinas ajenas y versionar alguna receta del homenajeado del mes. Hoy publicamos todas las compis recetas de Inma. Yo me decidí por esta tarta de queso y manzana baja en carbohidratos que es la mejor manera de golosinear sin abusar de muchas calorías y con cierto aire saludable más allá de tener requete claro que no hay dulces sanos pero puestos a ello, que sea de la forma menos agresiva y nociva para nuestro cuerpo. Muchas gracias Inma por la receta, nos ha encantado y te aseguro que se queda en mi casa para siempre.

Ingredientes:
- 3 huevos
- 100gr. de azúcar de abedul o eritritol
- 500gr. de queso quark (o tipo Philadelphia)
- 125gr. de yogur griego
- ralladura de limón
- vainilla
- 2 cdas. de harina de plátano
- 2 cdtas. de harina de almendras (o molidas)
- opcional: unas gotas de Stevia
- 2 manzanas grandes
- mermelada de albaricoque rebajada con un poco de agua
Nota:
- A mi versión, le he añadido yogur griego para alargar un poco más la masa para un molde de 22cm.
- También le he puesto ralladura de limón y vainilla ya que, al estar muy ajustado el dulzor, no quede sosa.
- He reemplazado la maicena por harina de plátano. Se puede comprar en cualquier tienda latina.
- Prueba la masa antes de pasarla al molde y si la notas poco dulce, puedes añadirle unas gotas de Stevia.
Preparación:
- Precalienta el horno a 170º C.
- Mezcla los huevos y azúcar con varillas o con batidora hasta que están espumosos. Añade después el resto de ingredientes menos 1 manzana y la mermelada de albaricoque.
- En un molde de 22cm. forrado con papel o untado con mantequilla, pasa la masa y hornea unos 20 minutos para que coja algo de consistencia y coloca la manzana pelada y cortada en láminas encima del pastel y así evitamos que se hundan al fondo. Horneamos hasta que veas que está casi cuajada por el centro. Mi horno necesito 20 minutos.
- Ahora pincelas la superficie con mermelada de albaricoque. Yo la rebajé con agua para que quedara más ligera. Pon sólo el grill (o la parte superior del horno) y espera a que se caramelice un poco la mermelada. Cuidado porque no llevará mucho tiempo. Deja que enfríe por completo antes de desmoldar.
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