Ensalada andaluza de garbanzos

Hoy ésto no es ninguna novedad, de hecho es algo aplaudido por mis médicos cuando me ven entrar a la consulta con mi casco colgando, pero en el s. XIX la bici simbolizó mucho más. Cuando empezó a popularizarse, fueron las mujeres las que con más entusiasmo se subieron a las dos ruedas y claro, llegaron los retractores del decoro y las pusieron a bajar de un burro. A muchas les importó un rábano y como los vestidos, volantes y demás parafernalias las incordiaban terriblemente, empezaron a usar pantalones bombachos y eso ya fue el colmo para los más ortodoxos de la moral.
Las increpaban por la calle, y más de un garrulo las perseguían para zurrarlas. Así que sin buscarlo, la bicicleta se convirtió en un símbolo del movimiento feminista y contra más las criticaban pues con más tesón pedaleaban estas pioneras. Incluso, la comunidad médica, alertaba de las enfermedades que montar en bici producía en las féminas, incluso enfermedades sexuales aunque los razonamientos no tenían nada de doctos, sino morales, al considerarse que el hecho de montar a horcajadas era algo impúdico que podía hacer que nos diera más gustillo del necesario. Toma ya.
Annie Londonderry, conocida así por el nombre de un agua mineral que financió su aventura, se recorrió el mundo en bicicleta. Con un par de ovarios. Y mira lo que son las cosas, su gesta fue olvidada por todos hasta que un bisnieto sacó a la luz su historia creo que en el 2007. Hasta entonces, que si quieres arroz Catalina.
Así pues, no es de extrañar que la bici se convirtiera -y aún lo es- en un símbolo de emancipación femenina, algo que para nosotras en Europa no es tema en absoluto pero que en el resto del mundo sigue siendo tabú o directamente prohibido por la ley. No sé si has visto la bicicleta verde, una película preciosa pero durilla que cuenta la historia de Wadjda, una nena que desea tener una bicicleta para poder competir con su amigo Abdullah pero que se lo prohíben porque las bicis son un peligro para su dignidad.
A mí lo que me parece indigno es que se nos trate y críe con tanto desprecio. El mundo debería estar orgulloso de sus mujeres. Sin paliativos, con bicis y con garbanzos. He dicho.
Esta ensalada está basada en esta otra de Estela.
Esta ensalada está basada en esta otra de Estela.
Ingredientes:
- 1 bote de garbanzos cocidos (+- 400gr.)
- pimientos asados a tu gusto
- 1 tomate en trocitos menudos
- un poco de cebolla en trocitos menudos
- 6 palitos de cangrejo
- un puñado de langostinos a tu gusto
- 2 huevos duros
- Aliño: aceite de oliva virgen, vinagre de Jerez, sal, las yemas de huevo, un poco de pimiento rojo, perejil y algo de cebolla a tu gusto
- Un puñadito de aceitunas
Preparación:
- En un bol, pon los garbanzos y el resto de ingredientes cortados en trocitos menudos. De los huevos, solo añadimos las claras picaditas.
- Hacemos el aliño: con ayuda de una picadora o batidora, mezclamos todos los ingredientes cuidando de no triturarlo demasiado para que mantenga la vinagreta cierta textura (un poco a tu gusto).
- Mezclamos la ensalada con su aliño y servimos con unas aceitunas a tu gusto por encima.
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