Pollo frito marinado

A Frank Sinatra, lo de mujeriego, no le vino con el éxito sino que ya despuntó desde bien jovencito. De hecho, en el 38, fue detenido en New Jersey bajo el cargo de seducción. Tal cual te lo cuento. Eso existía y es que, a priori, se le sorprendió encamado con una joven "desvalida" a la que había llevado al huerto -léase cama de hotel- con supuestas promesas de matrimonio y amor eterno. Se le fichó, pasó una noche en chirona y tuvo que pagar una multa de 1.500$ que para la época era un pastizal. Por lo que sea apechugó hasta que se descubrió que la damisela era mujer casada motivo por el que la seducción dejó de ser delito -¡toma ya!- y se rebajó a un delito de simple adulterio que suponía una multa notablemente inferior -apenas 500$-. Y que luego digan que antes se vivía mejor.

Con la fama llegaron sus muchas indiscreciones con actrices célebres; algunas casadas, otras no,  rolletes de una noche de borrachera, líos intermitentes con otras... mientras, su esposa -muy convencional ella al estilo de Los Soprano- echaba chispas y le ofendía mogollón que los desmanes de su marido se airearan de aquella manera tan humillante. Y de repente, Ava -la Gardner- entra en su vida y Franky se quedó frito por ella. Y marinado, porque ambos eran muy de irse de farra día sí y día también pillándose unos pedales tremebundos que los hacían vivir siempre muy al límite en lo pasional, sexual e imagino que en las resacas que debían ser del ocho. Y así, marinados en licor y pasión, se les empezó a ver siempre juntos y aquí la Nancy se plantó y dijo que o le daba puerta a la Gardner o pedía el divorcio.

Y mientras el divorcio se calentaba, fue a Ava a quién los fans y los medios ponían a bajar de un burro responsabilizándola de romper un matrimonio con tres criaturas de por medio como si la responsabilidad de mantener unida o fragmentada esa familia no fuera cosa de Frank, el cabeza de familia y marido infiel desde el minuto cero en ese matrimonio. Pero así eran las cosas y a veces aún todavía, llega ese tufillo a aceite rancio cuando algún famoso protagoniza un escándalo de faldas. Qué poco me gusta esta expresión.
Y el mismo año que Sinatra se divorció, la pareja contrajo matrimonio. Ella espectacular, en un traje de tarde precioso blanco y malva con un collar de perlas de doble vuelta ceñido al cuello. Tenía 28 años, estaba radiante y enamorada; en sus memorias reconocería que, pese al divorcio posterior, nunca dejó de amarle. En fin, tanta expectación levantó está boda, que con todo el acoso de la prensa ella se olvidó del equipaje y comenzó su luna de miel en Miami con lo puesto, un traje azul.
“Así que dormí con el pijama de Frank, al menos la mitad superior, y al día siguiente caminamos por la playa vacía, yo con la mitad inferior de mi traje de viaje y la chaqueta de Frank. Naturalmente, un fotógrafo estaba al acecho y nos tomó una foto, descalzos y tomados de la mano. Siempre pensé que era una pequeña fotografía triste, un pequeño comentario triste sobre nuestras vidas de entonces. Simplemente éramos dos jóvenes muy enamorados y el mundo no nos dejaba en paz ni un segundo." Ava, Mi historia.
Lamentablemente, ambos eran de mecha corta, saltaban rápido y eran incontenibles. Frank pasó un bache en su carrera y ella le ayudó cuanto pudo. No había rivalidad en ese aspecto. Su punto débil eran los celos, se volvían locos. Y se eran infieles mutuamente, puede que por venganza o porque no lo podían remediar; esos egos tan hinchados y tan necesitados.

Se divorciaron, sí, pero siguieron buscándose siempre. Algunas veces se vieron a escondidas. Frank se volvió a casar dos veces más, pero en cada cumpleaños, Ava recibía un precioso ramo que aún con las flores marchitadas, guardaba hasta la llegada del próximo.

A la muerte de Ava, su hermana encontró una nota firmada por Frank dentro de un libro: "A Lavinia, que es verdaderamente mi amada".


Ingredientes:
  • Buttermilch o yogur en su defecto
  • pimentón
  • orégano
  • especias a tu gusto: Cajun, tex-mex, etc.
  • salsa Worcester
  • 1 ajo machacado o ajo en polvo
  • opcional: 1 huevo
  • opcional: salsa picante
  • 1 pechuga por comensal
  • para rebozar: 2 cdas. de harina de trigo, 1 cda. de harina integral y 1 cda. de harina de maíz
  • Abundante aceite para freír


Preparación:
  1. En un recipiente, mezcla todos los ingredientes del marinado. Corta el pollo en trozos ni grandes ni chicos y lo mezclas con el marinado. Deja que repose mínimo unos 20 minutos.
  2. Reboza el pollo en la mezcla de harinas y fríe a fuego medio-alto hasta que quede bien dorado y crujiente.

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