Pastelitos de grosella

Scott Warren ha sido juzgado en Estados Unidos por suministrar agua, comida y ropa en el desierto de Sonora a los migrantes que intentan cruzar la frontera. Se enfrentaba a una condena de hasta 20 años de prisión pero ocho de los miembros del jurado le han considerado inocente frente a los otros cuatro que le hacían culpable. Juicio nulo. Ocho miembros de ese jurado no han visto delito en su conducta. El sentido común y el sentimiento humano nos dice que Scott, al fin y al cabo, ayudaba a salvar vidas.  Mientras se juzgaba el caso Warren,  el periódico mexicano La Jornada publicaba una foto durísma de los cuerpos sin vida de Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija Valeria de apenas dos añitos, ahogados en el Río Grande. El papá, para evitar que la corriente le arrancara de los brazos a la nena, la atrapó dentro de su propia camiseta y así es como encontraron sus cuerpos flotando en una orilla; abrazados y anudados por un t-shirt negro.

Carola Rackete, capitana del Sea-Watch 3, ha sido detenida en Italia por atracar en el puerto de Lampedusa sin autorización con 40 migrantes a bordo rescatados de una muerte segura en el Mediterráneo. Antes presos que cómplices. Éste es el lema que corre como la espuma por nuestras costas. El open Arms, también se ha declarado en rebeldía. De la cárcel se sale, del fondo del mar no; con estas palabras han desafiado al gobierno italiano y se han lanzado al mar en busca de náufragos. 
Desobediencia civil como única manera de salvar vidas. "Somos la resistencia y vamos a resistir como se pueda", dijo Oscar Camps mientras embarcaba en el Open Arms para proteger a su capitán en caso de correr la misma suerte que Carola Rackete y asumir él mismo -como dueño del barco- toda la responsabilidad de lo que saben que inevitablemente va a pasar. De hecho, nada más echarse a la mar, ya informaban a través de twitter del primer rescate. 40 personas que trataban de llegar a las costas italianas. Había varias mujeres, una de ellas embarazada, y al menos cuatro nenes, uno de ellos tan solo un bebé. He oído de otro barco que lleva días pidiendo atracar en cualquier puerto que se lo permita con un centenar de personas abordo. Esto es lo que hay y lo que habrá.

Así que sí, creo en los héroes. Y en los ángeles. Y hasta en los guardianes de la galaxia que a falta de agujeros negros interespaciales, se lanzan al mar a pescar vidas antes que el Mare Nostrum se las trague. Yo poco puedo hacer, de héroe tengo poco, pero sé que no quiero mirar para otro lado. Porque yo tampoco quiero ser cómplice.  Si piensas como yo, te animo a firmar peticiones y llamamientos, a seguir los pasos de estos héroes y a difundir cada vez que nos lo pidan. Porque con poca cosa, podemos ayudarles a cambiar el mundo.
@UNmigration
@openarms_found
@campsoscar
@desalambre
@MSF_Espana
@phumano
@lamarea_com
@Ethic

PD: hoy se decide en Estados Unidos si se va a repetir el juicio contra Warren o si archivan la causa.



Ingredientes:

  • 2 y 1/2 tazas (cup americana) de harina
  • 1 cdta. de  polvos de hornear
  • 2 cdas. de azúcar
  • una pizca de sal
  • 130gr. de mantequilla muy fría
  • 2 huevos medianos
  • 4 cdas. de buttermilch (o 2 de yogur y 2 de agua fría)
  • 150-200gr. de grosellas mezcladas con 2 cdas. de azúcar
  • algo de azúcar y buttermilch para pincelar
  • glaseado: 3 cdas. de azúcar glas disuelta en unas gotas de limón hasta tener una masa semi-espesa.

Preparación:
  1. Pon todos los ingredientes secos en un bol y lígalos haciendo una especie de migas. Añades los huevos y la mezcla de yogur y agua (o buttermilch) y amasas. Deja que repose media hora en el frigo.
  2. Precalienta el horno a 180ºC.
  3. Extiende la masa sobre la encimera en forma rectangular. Coloca la mitad de las grosellas y pliega la masa sobre ellas. Repite la operación. Tendrás un rulo en forma de strudel. Corta las porciones en triángulo y los dispones sobre una placa de horno forrada con papel de hornear.
  4. Pincela cada bollito, espolvorea con algo de azúcar y hornea hasta que tengan un bonito color dorado. Una vez templados, riegas cada porción con un poco de glaseado.

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5 comentarios

  1. Hola Maite, vengo al olor de tus pastelitos que son maravillosos, sin haberlos probado lo sé, con la vista también se come y la mía se está hartando.
    Del otro tema no quiero ni hablar, vivo en zona de migrantes y conozco ambas caras de la moneda y las dos son horripilantes.
    Un beso.

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  2. Totalmente de acuerdo, esta semana yo también vuelvo a creer en el ser humano... y esos pastelitos me han robado el corazón y estoy salivando, has tocado mi punto débil.

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  3. A los políticos habría que darles de su propia medicina.

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  4. Mai, como siempre me llegas al corazón... quiero creer que somos más los que todavía se nos escapa una lágrima ante tanta injusticia y no queremos mirar a otro lado, sigo creyendo en el ser humano, todavía espero que podamos reaccionar a tiempo, mientras tanto se siguen quedando en el camino... uff.
    Unos pastelillos deliciosos, feliz verano!!!

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  5. Hola mi querida. Es que nunca vamos a aprender como humanidad que nos necesitamos entre todos? Yo no entiendo esos jueces que están en desacuerdo con salvar vidas, es que acaso no tienen familia? No les enseñaron a ser empáticos? Cómo pueden no solo mirar hacia otro lado sino también culpar al que arriesga su vida para salvar la de otros. Quiero confiar en que la humanidad va a sanar en algún momento de su egoísmo.
    Ni te imaginás las ganas que tengo de probar estos pastelitos. Las grosellas aún no las he probado pero puedo imaginármelas! Abrazo grande!!

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