Focaccine rellena en sartén

Verano con niño en casa. Las notas fueron brillantes así que bien se merece una desaceleración en sus rutinas. Dormir media mañana, vaguear la otra media retozando en el sofá, una vuelta en bici al centro antes de que pegue mucho el calor, una visita a la biblioteca, un helado doble de manzana verde y chocolate intenso -dice que es para inspirarse, porque el choque de sabores hace que la imaginación se dispare. Suena raro pero cuando lo probé pude comprobar el efecto- y finalmente una ronda por el Media Markt cotilleando los juegos para la consola, un bonito broche en el que invertir el dinero recolectado por sus sobresalientes y notables.

Ah, ¿no lo he contado? me extraña, fijo que está perdido por algún post perdido de este blog. Es costumbre que los vecinos y familiares obsequien a los niños con 1 euro por cada sobresaliente -aquí son 1- y 50 cent. por cada notable -son 2-. Incluso en el centro comercial, les regalan 1 euro por cada 1 logrado y en el cine pagan solo lo obtenido en la calificación de matemáticas. Esto significa que se ha juntado con un interesante capital obtenido con el sudor de su frente y nunca mejor dicho. 

Como Lucas es único en el mundo -o casi- me guardó un billitico de 5 euros en mi monedero. Cuando le pregunté me dijo que yo merecía parte de la recompensa por el apoyo ofrecido. No me deja devolvérselo. Es más, al helado -para mí una única bola de coco que con eso tengo para dar y tomar- decía, al helado también me ha invitado. Le produce un placer inmenso permitirse ser generoso sin que sus caudales se resientan considerablemente. 

Como podrás imaginarte, mi orgullo de madre no me cabe en el pecho. Son días de no querer meterme en mucho berenjenal y más teniendo en cuenta que continúa mi operación mermelada. Así que le sorprendí con esta pizza rellena en la sartén -focaccine le llaman- que se hace en un momento y sin necesidad de horno. Como era de esperar, me ha dicho que por él, se la puedo hacer el verano entero :-)


Ingredientes para 2 unidades:

  • 300gr. harina de fuerza
  • 1/2 cdta. de sal
  • 200ml. agua templada
  • levadura panadera (en mi caso 7gr. Debes mirar la indicación en el paquete)
  • relleno: jamón y queso o lo que prefieras
  • algo de aceite de oliva y un poquito de albahaca fresca



Preparación:
  1. Mezcla el harina,la sal y la levadura con el agua hasta que tengas una masa uniforme. Deja que repose 15 minutos.
  2. Divide la masa en 4 bolas iguales. Mójate los dedos en aceite y extiende una de las bolas hasta que tengas una circunferencia de unos 22-24cm (para una sartén de 24-26cm). Rellena a tu gusto y tapa con otra porción de masa que también habrás extendido en una circunferencia del mismo tamaño. 
  3. Puedes freír cada focaccia directamente en la sartén o bajo un papel de hornear como yo lo he hecho. En cualquier caso, engrasa levemente con un poco de aceite de oliva por ambos lados. Dejas que se hagan a fuego medio (mi vitro tiene del 1-9 y lo hice en el 5). Tapé la sartén inicialmente con una tapadera para ayudar a levar la masa concentrando el calor. Una vez que le di la vuelta lo dejé sin tapar para evitar exceso de humedad.

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8 comentarios

  1. Yo nunca he incentivado a mis hijos por las buenas notas, les he hecho ver que ese era su trabajo al igual que sus padres hacían el suyo, pero el caso es que nos sacaban lo que querían después, claro, se nos caía la baba con ellos.
    Tu focaccine me ha encantado por lo facilona y lo rica que debe estar. Sin duda es un buen regalo (uno más) para ese niño tan especial, y para nosotros también.
    Un beso.

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    1. Sí Lola, en España sé que está mal visto y mi hijo mayor se crió sin estas recompensas. Pero tiene lógica. Si llegan malas notas siempre hay consecuencias (se reducen privilegios, se dobla el estudio o terminan en una academia estudiando en verano) así que no es justo que solo en lo malo haya consecuencias. Una recompensa es siempre una manera de premiar el esfuerzo que no tiene por qué mermarse. Al contrario, es recordarle que su sacrificio mereció la pena. Un besazo

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  2. Qué mono es Lucas por Dios....qué curioso que tengáis esas costumbres de premiar a los niños por sus notas....yo creo que es su obligación pero mira, ahora estará tan feliz con sus ahorrillos y encima te invita...es un amor de niño...Yo aquí, en Marbella...pocos días porque teniamos que haber venido en Junio...pero.......y nos vamos el sabado....Yo me fuí a Madrid un día porque tenía que haber estado esta semana en madrid...pero ya me escaparé en septiembre, cuando ya no tenga casa....ay que me va a dar....ya haremos skype....
    Me ha gustado mucho esto que has hecho, lo voy a probar....
    Besos guapa
    Marialuisa

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    1. Sí Maria Luisa, creo que es importante que no solo haya castigos y consecuencias negativas cuando las notas son malas. Si existe uno debería de existir también el otro y las recompensas siempre son un buen incentivo. Y la lección también es buena, saber que en la vida hagas lo que hagas siempre hay consecuencias buenas o malas dependiendo de sus actos. En cualquier caso, aunque haya recompensa positiva, el mensaje no exculpa a la obligación que está siempre presente. Estaría bueno que porque trabajamos por obligación, nuestros jefes decidieran que no nos pagan. Tiene lógica, no?

      Un besazo y sí, ya me cuentas como van las obras :-)

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  3. Qué delicia! Esta receta me la tengo que hacer!!!
    Un besote!

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  4. ¡Que rica Maite! me encanta esta receta, que te la copiare y ya te cuento. Muchos besos.

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