Crema de chirívia y pera

fanatismo
Del fr. fanatisme, y este de la raíz de fanatique 'fanático' e -isme.

1. m. Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas.

Parece que cojo carrerilla y sigo enrecetando la RAE. Si en el post anterior tocó hablar de hidalguías, hoy me meto en el zarzal del fanatismo, uno de los mayores poltergeist de nuestro diccionario. Si atiendes a la literatura -a la seria y a la floja que circula por redes sociales- todo el mundo critica, alecciona o menosprecia al fanático pero nadie se da por aludido a no ser que seas hincha deportivo o estés enamorado de Ricky Martin o Justin Bieber -o algo peor-. 

El chiste sin gracia del fanatismo es que nadie se da por aludido y, a pesar de ser un arma terrible alimentada de ignorancia, intransigencia, odio y rechazo, parece que nos encanta atacar con ella para hacernos pasar por los buenos y sabios de una historia. Pero del mismo modo que un necio acusa a otro de serlo, contra más fanático se es más ligero se tiene el gatillo verbal de criticar al oponente de serlo. Y resulta casi gracioso, ese apasionamiento y tenacidad desmedida que una persona suele proyectar cada vez que acusa a otra, normalmente igual de apasionada y desmedida, de fanática. 

Sin calma ni autocrítica, sin sentido común ni capacidad de síntesis emocional, el fanatismo es puro veneno.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
Sir Francis Bacon
Cualquiera con fanatismo, poder e impunidad puede transformarse en una bestia
Isabel Allende
Yo, por mi parte, me declaro fanática de la chirivía o pastinaca -o nabo de campo, que no lo sabía y ahora lo sé- y de las peras, que puedo devorarlas sin cansarme hasta el entripado. Así que este tipo de cremitas como podrás imaginarte, no es la primera vez que las hago: por los principios del blog, tengo una publicada con terribles fotos que no le hacen ningún bien a la susodicha. Con queso azul la hice y más fuerte de sabor. Pero lo cierto es que la receta, que se quedo en casa, ha derivado en ésta, más suave, facilona y equilibrada. Suena a sensatez, a madurez ¿verdad? Sí. Eso fue hace muchos años, por aquel entonces buscábamos más sorprender con sabores fuertes y combinaciones raras. Aunque gracias a aquel fanatismo culinario, hoy en día hemos aprendido a valorar mejor ciertas mezclas o mejunjes como decía mi madre. Eso que hemos ganado, después de todo.



Ingredientes para 4 raciones:
  • 2- 3 chirivías
  • 3 patatas medianas
  • 1 pera no muy madura
  • 1/2 puerro mediano
  • 1 ó 2 chalotas
  • 1 litro de caldo de verduras
  • 2 cucharadas de crème fraîse o queso tipo philadelfia
  • sal y pimienta a gusto

Preparación:
  1. Pon todas las verduras en una olla con el caldo y deja que cueza a fuego lento unos 30 min. hasta que las patatas estén tiernas.
  2. Tritura junto con la creme o queso tipo philadelfia. Salpimienta. Listo

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