Porra antequerana con raf de Almería

No todos los alimentos tienen la misma historia. Y lo tomates mucho menos. Yo del tomatillo a nivel mundial no te hablaré que para eso ya tienes Wikipedia y no es cuestión de andar haciendo refritos. Estas joyas de las que voy a hablar hoy son de Almería. No son unas monerías cualquiera por muy raf que sean. Estos tomaticos han viajado lo suyo; sí, lo sé, siempre digo que hay que consumir local y que cuanto menos viaje la comida mejor pero hay viajes y viajes. Y ésta es la aventura de estas preciosidades...

Érase una vez Almería, provincia hermosa y simpática que tuvo a bien perfilar una Sierra de Gata maravillosa, con playas y pueblicos de ensueño, amables y relaja'os, pa'disfrutá del mar, del viento y hasta de las chumberas. De entre todos ellos, hay uno que hoy anda roto por un mal trago de la vida que consintió que una mala bestia se llevara la vida de un ser muy especial, un angelico como se dice en el pueblo. Con quien hables te dice "después de lo el angelico... o desde lo del angelico...o antes de lo del angelico". Y es que Las Negras esta de duelo permanente, pero a su manera -de aquella manera como diría mi madre-  porque el aire se respira hermoso, con mucho amor concentrado en su brisa y un cariño indestructible que hace que el dolor aún tan fresco se enjuague en caricias, sonrisas y afectos. Hay que estar allí para entenderlo, supongo.
Entrar en la casa después de tanto tiempo, después de lo del angelico, con las huellas del Equipo-A aún en los muebles, de sopetón a ese volcán de emociones y de amor, sí, amor sin dobleces, sin anestesia, duro y vital, hermoso y desgarrado. La casa de mi madre es hoy más que nunca un búnker donde encontrar refugio de los bombardeos y miserias de la vida. Llegué desorientada por todo pero sin derecho a drama. Me encarcelé en el jardín asalvajado y lo he estado limpiando y organizando durante mis dos semanas en la casa. 

Tenía muchos planes de ver, visitar e invitar pero me dejé llevar sin forzar y como un faro vital guiando a los barcos en la tempestad, llegaron a mí abrazos, besos y la mejor de las compañías. Y digo compañía, porque ese fin de semana fuimos como la de Frodo, todos a una contra el malvado ojo de Mordor. Descubrimos a un Aragorn en Rodalquilar, elfos en Nijar y una fortaleza en venta en una playa desierta, la misma que aún mantiene medio en pie las exiguas ruinas del Cortijo de la Unión... pero ésta es otra historia.

El caso es que el tiempo se esfumó en un visto y no visto, y yo sin ver a Lolibel. Quedamos que bajaría temprano antes de coger el avión. Así fue, y desayunamos churros, y visitamos el mercado y la tienda de su cuñado que es un tesoro que debería ser declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Más cosas que no os cuento y luego al aeropuerto, con una bolsa de tomaticos raf regalo de Lola y que yo no estaba muy segura que me los dejaran pasar en el control de pasaportes así, a lo Paco Martínez Soria. El caso es que dejamos la maleta facturada y nos fuimos al Herminia a tomar tapicas de pescaito, aguja que va, pedrogallo que viene, una de pulpo, yo sardinas que me pierden, pues venga esa mojama; y todo esto en tiempo récord pero con una pachorra digna de unos almerienses de pura cepa que saben lo que se hacen. A la que volvíamos al aeropuerto y viendo que faltan 10 minutos para el cierre de puertas, me entró un poco de angustia -para qué mentir-, así lo dejo caer pero Lola que sabe lo que se hace me dijo "y aún te sobrarán cinco". Y así fue. Y a la que me presento a la guardia civil con mi bolsa de tomates y les digo "Mi amiga que me los ha regala'o me ha dicho que me los puedo llevar a Viena.." Y ea, pa'dentro con la bolsa de tomates haciendo trasbordo de avión y todo. ¡Y mira si mereció la pena!


Ingredientes para 2 personas con opción a repetir:

  • 700gr. tomates raf
  • 100gr. de pan viejo
  • 1 diente de ajo
  • medio o un 1 pimiento verde a tu gusto (pero no te pases)
  • aceite de oliva
  • vinagre de vino
  • sal
  • Para acompañar: huevo duro, atún, jamón serrano y trocitos de pimiento

Preparación:
  1. En un bol, pon el pan de la víspera en remojo con un poco de pan. 
  2. Si fuera un tomate más basto, te diría que pelaras los tomates (los escaldas en agua caliente y un par de minutos después en agua fría y se dejan pelar fenomenal). Al ser de clase raf, con esa piel tan fina, los puedes trocear tal cual y los añades al bol con la miga de pan. Haz lo mismo con el resto de ingredientes( pimiento, ajo, aceite, sal y vinagre. 
  3. Lo trituras hasta que esté una crema suave y lista. Puedes refrescarlo en la nevera si lo deseas. A la hora de servir, deja que los comensales se sirvan a su gusto los acompañantes.

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4 comentarios

  1. Qué lindos tomaticos, qué bonito escribes Mai, como me gusta leerte! Hasta lo mas triste lo escribes bonito. Vaya pintaza, ya quisiera yo una tacita de esta porra, un besazo!

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  2. Nada como las cosas de casa de cada una..por muy humildes que sean los ingredientes...estos se te han metido dentro a modo de porra antequerana...y me das envidia porque me gusta mucho este plato...seguro que la has disfrutado a tope....
    Un beso reina....
    Marialuisa

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  3. Nada como las cosas de casa de cada una..por muy humildes que sean los ingredientes...estos se te han metido dentro a modo de porra antequerana...y me das envidia porque me gusta mucho este plato...seguro que la has disfrutado a tope....
    Un beso reina....
    Marialuisa

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  4. Que historia mas bonita y que rica porra.
    Que lujo esos tomates y mas lujoso los momentos vividos, los abrazos, las lagrimas y todo ese carrusel de sentimientos vividos en esos días y que duran hasta ahora.
    Me encanta leerte.
    Hermosa tu historia.

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